Diariamente se asesinan a 10 mujeres y niñas mexicanas. Estas son las sorprendentes estadísticas presentadas por Amnistía Internacional en su informe del año pasado. Lamentablemente, este número no ha cambiado mucho a pesar de los llamamientos y acciones de varios países. Los activistas de AI explican que miles de mexicanos y mexicanas hacen la vista gorda ante la tragedia ajena en lugar de denunciar el crimen.
"Los feminicidios se detienen con una sociedad mejor", afirma el presidente Andrés Manuel López Obrador. Es decir, el feminicidio termina con una sociedad mejor. El presidente explica que el sistema neoliberal es responsable del problema del feminicidio y que es un modelo que ha dominado durante mucho tiempo. Según Obrador, promueve principios de valores que oscurecen todo el sistema de vida inspirado en la cultura mexicana en favor de un sistema materialista, individualista y egoísta.
Carteles protestando por el feminicidio de Ingrid Escamilla en el Antimonumenta de la Ciudad de México, 2020.
Sin embargo, el presidente y el gobierno no están exentos de culpa. La lenta actuación de la policía, a menudo corrompida por los cárteles de drogas, y sus esfuerzos inadecuados para combatir el feminicidio dejan una huella visible en las estadísticas poco alentadoras de la violencia contra las mujeres. Según los datos recopilados por AI y otros investigadores, la mayoría de los testigos y víctimas no denuncian los crímenes debido al temor a represalias y la creencia de que la policía puede ser corrupta.
Ciudad Juárez es conocida por ser una de las ciudades más peligrosas en cuanto al asesinato de mujeres. Desde 1993, cientos de mujeres han sido asesinadas aquí. En resumen, la crisis económica en América y los despidos relacionados en las fábricas también han contribuido a esto. Los empleadores comenzaron a notar que las mujeres a menudo son mejores candidatas para un empleo que los hombres debido a sus mejores habilidades manuales y su mayor sumisión a sus superiores. Como resultado, y con la cultura machista predominante, algunos hombres frustrados comenzaron a asesinar mujeres en busca de una satisfacción vengativa. La prevalencia del asesinato de mujeres en México se ha vuelto tan evidente que incluso se ha creado un término especial para este fenómeno: feminicidio. Los estudios sobre los cuerpos de las mujeres, sus cuerpos desnudos abandonados en un lugar público, muestran un deseo de dominación.
Lesby Berlin Osorio fue asesinada en los jardines del campus principal de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los manifestantes están diciendo "¡Ni una menos!", lo que significa "¡No una mujer más muerta!".